Me encantan las donuts. Desde siempre, me recuerdo con una en la mano luego de mi almuerzo. Soy absolutamente fanática de lo dulce, y este es mi placer culposo, el que me enloquece, lo que no puede faltar en mi día a día para poder estar de muy pero muy buen humor. Un día decidí que quería un kiosko de donuts para ganar dinero de lo que más me apasiona, y con un préstamo logré emprender ese proyecto. Me tomó una noche decidir que quería iniciar ese negocio, y un par de horas solicitar el préstamo personal que me llevó no sólo a tener mi propio kiosko de donuts, sino a independizarme económicamente hablando. Con este proyecto he logrado dar una estabilidad a mi familia que nunca había sido posible, además de que es algo que me llena de plenitud porque no lo siento como un trabajo, sino como una pasión que alimenta, que enriquece mi espíritu y también mi estómago. Sin ese préstamo online, esto no hubiese sido posible, porque la verdad no contaba con el dinero suficiente para ech...